La sobremesa con Pablo garrigós Ibáñez

La sobremesa es el arte de acabar de comer y esperar. Esperar a una larga charla, a unas cuantas risas, a unas palmadas en la mesa y a recoger migas con una servilleta sin saber dónde dejarlas, por inercia.

Es el arte, en España, de alargar lo máximo posible un evento para poder exprimirlo, y qué mejor que acompañarlo que con alguno de nuestros dulces de Pablo Garrigós Ibáñez. 

Sus inicios…

Su historia se remonta a las antiguas civilizaciones griegas y romanas, donde era común prolongar la sobremesa con entretenimiento y conversación después de comer. A través de los siglos, en la Edad Media y el Renacimiento, esta práctica se enriqueció con trovadores y banquetes espectaculares. La costumbre se consolidó en la época napoleónica y hasta ahora se ha mantenido como un ritual que muchas veces se disfruta incluso más que la propia comida. Es una uténtica lástima que en esos festines no pudiesen disfrutar de unos marzipan, polvorones o chocolates de nuestra marca, les habría sobrado hasta el trovador. 

Lo mejor de la sobremesa es que no tiene un tiempo determinado, no sabes cuando acaba, eso es lo mágico. Puedes alargar la comida, unirla con la merienda o puedes ligarla con la cena y hacer otra sobremesa, nuestra opción favorita. Porque cuanto más alargues el tiempo con los tuyos, más disfrutamos nosotros de decorar tu mesa y alegrar esos instantes. Somos conscientes de que no hay mejor acompañamiento para una risa que un sabroso fruité, un chocolate moment para una larga historia o un bombón para contar un cotilleo. Sabemos que lo bueno se disfruta acompañado, y a nosotros nos encanta estar contigo en cada uno de tus momentos favoritos.

Así que si eres de los que valora el tiempo de calidad, elige hacer la sobremesa con Pablo garrigós Ibáñez: Un ritual que acerca a las personas y endulza los momentos con los que más quieres.